Benjamin Biolay en La mar de músicas

No se me ocurre mejor manera de inaugurar este blog que decir que anoche estuve en un concierto de Benjamin Biolay. Fantástico. Por muchas razones.

Por el lugar. Por el Patio de Armas de Cartagena, un patio lleno de palmeras, que antiguamente pertenecía a un cuartel militar. Ahora por suerte lo dedican a otros menesteres, léase, albergar conciertos durante La mar de Músicas.

Por él. Por Benjamin Biolay. Un verdadero talento musical. Que en el escenario empezó con el piano, siguió con la guitarra acústica, los teclados y hasta se atrevió con una trompeta. Y por supuesto por su voz. Grave y a veces casi rota.

Por su saber estar en el escenario. Una persona que en estos tiempos se atreve a fumar en el escenario es un valiente. Aunque los franceses han sido siempre de mucho fumar y a lo mejor la cosa tiene menos mérito. Pero me da igual. Su presencia llenaba el escenario por completo. Y además es muy alto. Y guapo.

Por el atrevimiento de su banda. Porque una banda que saca un Ouke Lele (verde!!!) y lo toca en un concierto se merece un diez. Porque una banda que se presentan con un theremin!!! y lo tocan, y lo tocan tan bien, se merece algo mas que un diez. Porque una banda que interrumpe prácticamente una cancion (Les cerfs volants) para introducir un audio con un fragmento del River of no return, cantado por Marilyn, y más tarde termina su cancion mezclando ambas, es que son unos genios.

Por Gesa Hansen. Llenó el escenario de energía y de ganas de bailar. Cantó dos temas con cierto regusto ochentero y un último de ritmos frenéticos, casi cercanos a la música ska. Su presencia fue de lo más refrescante.

El concierto se inició con Billy Bob a tojours Raison y recorrió mayormente canciones de dos de sus discos: Negatif y Trash ye-yé. El tono del concierto osciló del más intimista, con Benjamin al piano o sentado en el taburete tocando la guitarra acústica y apenas acompañado por el grupo, al más puro estilo guitarrero, que me encantó porque me sorprendió. Pasando por los momentos más que bailables que nos ofrecio Keren. Más de dos horas de concierto. Con bis incluido. Una verdadera pasada. Y un lujo.

Pero. Pero. Pero. Siempre hay un pero. O más de uno. Por lo menos para mí. Su hermana, Coralie Clement, se debería de haber quedado en su casa. (Y perdón por el cambio de tono). La sacaron , no sé muy bien para qué aunque se me ocurren algunas respuestas, cuando el concierto llevaba más o menos una hora y media y estaba en uno de sus puntos algidos. Esta chica no canta (siento mucho recurrir al tópico, pero en Operacion Triunfo se pueden escuchar mejores voces). Tampoco tiene presencia ninguna. Es pequeña. Iba muy mal vestida. Baila peor que Alaska (porque ésta ultima desde que va bien follada ha mejorado mucho...pero dejemos esto para otro día). Y el estilo de música que interpretó no me gusta nada: música jipiosa, con toques árabes... bueno, todo súperolvidable. Por suerte después de esto volvió Benjamin con sus temas mas conocidos, nos puso otra vez a todos en nuestro sitio, e hizo que nos acostaramos mas felices y relajados que de costumbre.